Mi querido Simón,

Esperé tenerte por años. Desde niña sabía que quería ser mamá. Aguanté el deseo por muchos años, pero finalmente en octubre de 2001 me quedé embarazada. No pude contener mi alegría. Por nueve meses te cargué, feliz y con muchas ganas de conocerte, de caminar contigo, de enseñarte cosas, de verte crecer. El día que naciste fue el más feliz de mi vida. Ahora, casi 9 años después, me llenas la vida con tu alegría, tu inteligencia, tu humor, tu cariño.

Sabes bien por qué te llamas Simón Emilio. Es un nombre cargado de muchos sentidos.

Emilio, por mi bis abuela, Emily Abbruzzesse, quién amé desde niña por ser tan alegre y quién me enseñó la importancia de preocuparse por los demás, y por qué yo estaba segura que ibas a nacer mujer y te llamaría como ella. (Primera de muchas equivocaciones como madre!)

Simón, porque cuando estaba en el sexto mes de mi embarazo, mi amiga uruguaya, Sara Méndez, después de 26 años de larga búsqueda, encontró a su hijo Simón Riquelo, quien había sido arrancado de sus brazos con apenas un mes de nacido cuando ella fue detenida en Buenos Aires en 1976. Desde que la conocí, cuando tuve 24 años y vivía en Uruguay, Sarah me ha inspirado por su dignidad, su perseverancia en su lucha por encontrar a su hijo, y por ser una mujer que unió su lucha personal con la lucha de todos los uruguayos por verdad y justicia. La historia de Sarah y Simón me marcó la vida. Quise siempre poner mi granito de arena en la gran lucha por la verdad y justicia que se libra desde todos los paises de América Latina. Por eso tu padre y yo te pusimos el nombre de Simón, en honor a esa historia, y esa lucha.

Simón Riquelo. Memorial a los detenidos-desaparecidos del Uruguay. Montevideo, 2007.

Sara Méndez. Después de 26 años de búsqueda encontró a su hijo Simón Riquelo.

También por eso, hijo, hago el trabajo que hago, aunque siempre pienso que podría hacer más. Pero ojalá sepas entender lo que te quiero decir. Te amo, hijo. Y como madre sé que lo más terrible en la vida sería perderte, como ha pasado a tantas madres en latinoamérica por culpa de las dictaduras, la represión, la violencia política. Y por eso te escribo esa carta, para recordarte que la vida no es solamente de nosotros, sino de los demás, de quienes nos rodean, de quienes nos ha tocado la vida y nos motivan de hacer algo más allá de nosotros mismos. Que pertenecemos a una comunidad humana que requiere de nuestra capacidad de indignación y de movilización. Que nuestro camino es compartir y solidarizarnos con quienes luchan por la dignidad, la justicia, la verdad.

Te amo, hijo, y estoy alegre de andar contigo.

Links:

Entrevista a Nora Cortiñas, co-fundadora de las Madres de la Plaza de Mayo

Sara Méndez encuentra a su hijo, 2002

Sara Méndez sobre la experiencia de ser testigo en el caso contra militares que desaparecieron a su hijo Simón Riquelo

Cuatro militares fueron condenados por el caso Orletti, donde Sara Méndez fue testigo

Entrevista con Rayda Cóndor, madre de Armando Amaro Cóndor, estudiante de La Cantuta desaparecido y asesinado por el Grupo Colina durante el gobierno de Alberto Fujimori