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Propaganda electoral para Keiko Fujimori, con foto de su padre. De IDL-Reporteros

Keiko Fujimori no es su padre

Publicado: 2011-05-30

En el debate presidencial de anoche, un tema central fue la naturaleza de la relación entre Keiko Fujimori y su padre, Alberto Fujimori, ex jefe de Estado y ahora preso por varios delitos, entre ellos violaciones a los derechos humanos, corrupción, y abuso de autoridad. Keiko Fujimori afirmó repetidamente de que ella era era autónoma, que no era su padre, y que ella, no su padre, tomaba las decisiones en su partido:

Yo soy la candidata, no Alberto Fujimori. Si usted quiere debatir conmigo, confronte mis ideas. Si quiere debatir con Alberto Fujimori puede ir si quiere usted a la Diroes (...) Si soy elegida presidenta del Perú seré yo quien tome las decisiones.

A pesar de las declaraciones de la candidata Fujimori, existen hartas evidencias de lo contrario, como podrán apreciar en este breve bibliografía/videografía anotada.

Primero y antes que nada existen créibles investigaciones de que Alberto Fujimori maneja la campaña de Keiko desde la DIROES. En realidad el primer destape de eso se realizó Caretas el año pasado. Aunque el gobierno de Alan García dijo que pararía tal abuso, evidentemente no lo hizo; el DIROES sigue siendo el centro de campaña de Fuerza 2011.

El gobierno de Alberto Fujimori se caracterizó por el uso del miedo como método de controlar la oposición y minar a la sociedad civil. Ahora en la campaña de la segunda vuelta aparecen métodos similares contra los opositores a Keiko Fujimori. ¿Coincidencia?

En la campaña, Keiko Fujimori utiliza las mismas tácticas que su padre, un asistencialismo brutal con el afán de comprar conciencias y votos. Y no olvidamos que muchos de las cosas que los fujimoristas están regalando están acompañadas de la foto de Alberto Fujimori.

En el primer debate presidencial, Keiko Fujimori dijo que el gobierno de su padre era el mejor de la historia peruana. Al pasar a la segunda vuelta, para ganar más votos, buscó distanciarse del gobierno de su padre, pero lo hizo sin convicción, y sin convencer. Reconoció que su gobierno fue autoritario, pero justifica su política de mano dura como necesario para confrontar al terrorismo, y echa la culpa a otros por las violaciones a los derechos humanos cometidos durante su gobierno.

En el debate presidencial anoche, Keiko Fujimori dijo que seguiría las recomendaciones de la CVR (aunque sólo mencionó reparaciones: no habló de los juicios en curso, sobre el Lugar de la Memoria, sobre la urgente necesidad de acelar las exhumaciones para que los familiares puedan identificar y sepultar a sus seres queridos —15,000 de ellos— que fueron desaparecidos). A su vez, abiertamente mantiene que su padre no tuvo nada que ver con las masivas violaciones de derechos humanos cometidos durante su gobierno. La semana pasada, por ejemplo, exculpó a su padre de tener responsabilidad en el más de 4,000 desapariciones forzadas de personas ocurridas durante su gobierno.

Keiko Fujimori dice que se enfrentó a Montesinos, a quien culpa de todos los malos del gobierno de su padre. En realidad se enfrentó a él sólo al final cuando el gobierno de su padre se desmoronaba. No sólo participó en las reuniones del gobierno para ver cómo enfrentar la crisis desatada a raíz del primer vladivideo, sino buscó protegerlo. En 2008, en el programa Cuarto Poder, dijo que “no le constaba” que Montesinos cometió delitos, y que el Grupo Colina hubiera actuado por iniciativa propia (ver video arriba). Posición que fue repetido hace poco por su candidato a la vice-presidente, Rafael Rey Rey, quien dijo “no he visto [a Montesinos] matar”.

Ya sabemos que Keiko Fujimori se lanzó a la presidencia en 2008 cuando era evidente que su padre, procesado por violaciones a los derechos humanos, no podría ser candidato. Como revela el periodista Gustavo Gorriti en un reportaje en base a algunos documentos de Wikileaks, ante la imposibilidad de que Alberto Fujimori regrese al poder, Keiko Fujimori fue elegida como “la candidatura de repuesto”. Desde ese momento dijo abiertamente que su objetivo principal era liberar a su padre. Lo dijo no una vez, sino insistentemente:

Si llegara a ocupar el cargo tan importante y de tanta responsabilidad de presidente de la república o tengo ningún problema indultar a quienes yo considero que es inocente… en el caso de mi padre específicamente yo considero que él es inocente….

Luego, el mismo Tribunal Constitucional pronunció de que un indulto no sería posible en el caso de Alberto Fujimori. Entonces se cambia de versión: Keiko “jura” que no indultaría a su padre; busca otras vías para hacerlo. Y la otra vía estaría encaminada, según denuncias de varios especialistas. Hace varias semanas existen rumores de que el Tribunal Constitucional, liderado por Carlos Mesía, emitiría un fallo favorable a uno de los habeas corpus presentado por el abogado de Fujimori que anularía la sentencia en segunda instancia, bajo la argumentación de que dos de los jueces del tribunal había sido destituidos por Fujimori luego del autogolpe de 1992 y por lo tanto no son jueces imparciales. De ese modo, allanan el camino para anular la sentencia en primer instancia, pues lo mismo ocurrió al magistrado César San Martín, quien presidió el tribunal que condenó a Alberto Fujimori a 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos.

Keiko Fujimori no es su padre. Pero conformó parte de su gobierno y no denunció los crímenes que fueron cometidos durante su docenio en el poder, crímenes que incluyen corrupción, abuso de autoridad, y violaciones a los derechos humanos. No ha roto con ese pasado, más bien busca maneras de justificarlo. Keiko Fujimori no es lo mismo que su padre, pero es igual.

La última página del folleto de propaganda electoral \

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Escrito por

Jo-Marie Burt @jomaburt

Politóloga por formación, activista de derechos humanos por vocación. Profesora en George Mason University y Senior Fellow de WOLA.


Publicado en

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